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viernes, 1 de enero de 2010

EL TALAR, partido de Tigre

El Talar x 3
Saint-Exupéry en El Talar


Antoine de Saint Exupéry había nacido el 29 de junio de 1900 en Lyón, Francia. Hijo de un Conde que falleció cuando era niño, lo crió su madre y en el castillo de su tía. Estudió en varios colegios de Europa pero decidió ingresar a la aviación de guerra primero y a Lignes Aériennes Latécoère después, empresa que se convertiría en la Compañía General Aeropostal. Dicha compañía lo designa director de la Aeroposta Argentina, que tenía su aeropuerto internacional donde con el tiempo nacería el pueblo de El Talar.

Saint Exupéry llegó en barco a Buenos Aires el 12 de octubre de 1929. El trabajo administrativo en las oficinas no le gustaba, prefería estar en el campo de la Aeroposta revisando los hangares, controlando los aviones y en muchas oportunidades su pasión por volar lo llevaba transportar personalmente el correo hacia Chile, la Patagonia, la costa Atlántica o el Paraguay; en las rutas aéreas más extensas, elevadas y australes del mundo.

Los compañeros lo recuerdan en los hangares de El Talar, inclinado sobre los barriles de combustible, las manos sucias de grasa y la lapicera junto al papel, escribiendo lo que sería su libro Vuelo Nocturno. En una fiesta en Buenos Aires conoció a Consuelo Suncín Sandoval, viuda salvadoreña, morena de ojos salvajes y miopes, a quien invitó a volar y tras aterrizar sobre los pastos de El Talar empezaron a ser novios, casándose poco después en Francia.

Tras la visita de su madre, Saint Exupéry se quedó en Argentina hasta el 31 de enero de 1931. En Europa continuó volando y escribiendo, siendo su mayor éxito El Principito, inspirado en los paisajes que conoció en Argentina. Murió en 1944 al caer abatido por los nazis su avión de combate en aguas del Mar Mediterráneo.

El autor del libro más vendido en el mundo, trabajó, escribió y se enamoró en El Talar. La historia de la literatura y de la aviación mundial, junto a muestra historia local.

Fuente: Prof. Ariel Bernasconi
Comisión de Historia de El Talar


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EL FORTÍN, de Martínez de Alegría

Poco tiempo después de lotearse El Talar, el prestigioso pionero de la aviación militar Victoriano Martínez de Alegría, compró una quinta, donde construyó un rancho de adobe con techo de paja que llamó El Fortín, donde coleccionaba tinajas, lanzas, boleadoras y otros objetos tradicionales de nuestro campo, mientras que en el arbolado parque había una carreta, horno de barro, mangrullo, cerco de palo a pique y un cañoncito garibaldino.

En El Fortín se reunía con su familia oriunda de Tigre y con numerosos amigos que se acercaban a El Talar en busca de un poco de campo. Recordados por los vecinos son los asados con la presencia del General Dellepiane, del Presidente Edelmiro J. Farell junto con el Coronel Juan Domingo Perón, por entonces Vicepresidente de la Nación. Por aquellos años eran habituales las reuniones políticas en la quinta al ser Martínez de Alegría Comisionado Municipal entre 1945 y 1946, además de líder del naciente peronismo por el cual en 1948 llegó a ser Intendente de Las Conchas (hoy Tigre) época en que vivía en El Fortín de manera permanente, desde donde se dirigía todos los días hasta Tigre.

El 13 de diciembre de 1950 el Intendente Victoriano Martínez de Alegría falleció en el Hospital Militar y fue velado en su quinta de El Talar y en la municipalidad. Si bien la quinta sufrió reformas todavía podemos apreciar su bello parque en la esquina de Av. Pacheco y Bolivia, donde los árboles son silenciosos testigos de nuestra historia local y nacional.

Fuente: Prof. Ariel Bernasconi
Comisión de Historia de El Talar


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Historia de “El Talar”

EL LIBRO

El 24 de julio de 2001 nació nuestra Comisión de Historia de El Talar, cuyo propósito inicial fue investigar y difundir la historia de nuestra querida ciudad del partido de Tigre.

A medida que investigábamos, fuimos armando anillados que se podían consultar en la biblioteca o en las escuelas. También escribíamos notas para los medios de prensa, participábamos en programas de radio y televisión.

Después de más de cinco años de investigaciones en archivos y bibliotecas, como así también de recopilación de relatos, fotos y documentos, podemos decir que estamos en condiciones de presentar el primer libro de historia de El Talar, el cual no hubiera sido posible sin la ayuda de la Municipalidad de Tigre, que nos apoyó desde un primer momento.

Para obtener la información necesaria contamos con la colaboración de vecinos e instituciones de nuestra ciudad, quienes asistieron a nuestras reuniones semanales de los martes o se comunicaron por teléfono o correo electrónico, a lo largo de este lustro de trabajo. Como así también historiadores de toda la provincia, quienes siempre nos alentaron para seguir adelante. Sin todos ellos nuestro libro estaría incompleto.

Si leyendo el libro encuentra errores u omisiones, seguramente será por que no llegamos a contar con todo ese dato a tiempo, pero con gusto recibiremos su opinión para corregirlo o agregarlo en la próxima edición.
Porque en El Talar, la historia la escribimos entre todos.

Fuente: Prof. Ariel Bernasconi
Comisión de Historia de El Talar
Boletín Nº 25 - Marzo de 2007


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José C. Paz

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Nuestros antepasados,
LOS QUERANDÍES

Hay diversas hipótesis acerca de la llegada de los primeros grupos humanos a América. La vía de acceso que utilizó el hombre prehistórico para penetrar en América del Norte fue el camino obligado del estrecho de Béring, separado en algunas zonas de Asia por sólo noventa kilómetros. Además en determinadas épocas de la era cuaternaria, la acumulación de hielo sobre la superficie terrestre hacía descender en forma considerable el nivel de las aguas. Lo que hoy es un estrecho, en ese momento era una amplia playa.

Si consideramos la teoría de Paul Rivet, debemos admitir la existencia de nuevas migraciones para la América Central y del Sur, especialmente por el Océano Pacífico, por medio de la navegación.

A través de las investigaciones realizadas, la antigüedad del hombre americano se remonta a 10.000 años AC, pero no puede tomarse como definitivo, el misterio sigue vigente.
Algunos han llegado a la conclusión de que las migraciones que llegaron primero, la de los cazadores (cultura inferior) fueron empujados por otros más evolucionados, la de los agricultores (cultura superior) que entraron milenios más tarde.

--En las tierras más inhóspitas tuvieron que establecerse los descendientes de culturas inferiores, por ejemplo los indígenas de los canales fueguinos.

--En tierras más propicias se establecieron las culturas superiores: incas, mayas y aztecas.

En lo que respecta a la provincia de Buenos Aires, se puede afirmar hasta el momento, que se encuentra poblada desde hace más de 8.000 años. Los restos de sus antiguos habitantes han sido hallados en los mismos yacimientos que los grandes mamíferos prehistóricos, como el gliptodonte, el megaterio, etc. y parece probable que estos grupos humanos contribuyeron a su extensión, puesto que los cazaban para su alimentación.

Entre los grupos indígenas que permanecieron en estadios menores avanzados se encuentran los querandíes, que habitaban justamente en la zona norte de Buenos Aires a la que pertenece nuestro partido. Eran nómades y se dedicaban a la caza y a la recolección. Para la caza y la guerra utilizaban la flecha, el dardo, la bola perdida, la piedra de honda, la lanza y boleadoras.

Elaboraban cerámica muy rústica con escasos decorados de variados motivos geométricos. Levantaban sus viviendas en las proximidades de los cursos de agua y lagunas. En grandes morteros de piedra preparaban harina de pescado y de maíz.

Su vestimenta no era muy problemática, ya que los hombres iban desnudos y las mujeres usaban una especie de delantal de paño que las cubría hasta las rodillas. En invierno recurrían a mantos elaborados con cuero de nutria, como los charrúas y patagones.
Políticamente se dividían en tribus independientes, al frente de cada una de ellas había un cacique y capitanejos.

En cuanto a sus creencias parece ser que la luna ocupaba un lugar central y rendían culto a un gran dios al que llamaban Soychu, que tenía un contendiente o espíritu del mal conocido como Gualichu.
El primero en tratarlos fue Sebastián Gaboto, en 1527, quien tuvo con ellos una relación pacífica. No fue asi con las siguientes expediciones.

A Mendoza, durante las primeras semanas, los indígenas le proveyeron alimento a sus hambrientos soldados. Cuando el alimento comenzó a escasear surgieron los enfrentamientos debido al mal trato a que sometieron a los indios.

La mayor violencia se desató con la gente de don Juan de Garay, murieron miles de aborígenes y se produjo la definitiva fundación de Buenos Aires.

Los indios no reaccionaron ante la ocupación de las tierras, ya que eran nómades, sino ante los atropellos cometidos por los conquistadores, quienes actuaron con una actitud exterminadora propia de la avidez por apropiarse de las riquezas en metales preciosos. No coincidía esta actitud con el espíritu colonizador y cristianizador con que se quiso justificar más tarde.

Fuente: Prof. María Inés Gatti.
Publicado por Info-Museo Nº 26 “José Altube”
Museo Histórico de José C. Paz “José Altube”
Prov. de Buenos Aires - Argentina.


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